El reinicio del Norte

Hay señales de reactivación en la dinámica empresarial, pero se requiere del esfuerzo del sector público y privado.

Nuestra región está colmada de historia, el 30 de agosto se cumplieron 200 años de la promulgación de la llamada Constitución de Cúcuta, que fue nuestra primera Constitución nacional, el café nace en Salazar de las Palmas, el primer ferrocarril nace en Norte de Santander y somos cuna del calzado en Colombia, por mencionar algunas de las historias que continuamente se repiten en las mesas de trabajo, pero que deben ser recordadas, dado que nos permiten reconocer algunas fortalezas históricas en la región. En la actualidad, las proyecciones de crecimiento nacional para el 2021 están entre el 6% y 7%, pero nos enfrentamos a un escenario que nos exige articularnos y desarrollar programas y proyectos estratégicos que faciliten la transformación productiva y tecnológica del territorio, generando condiciones para la competitividad y la innovación empresarial, y facilitar su adaptación a los cambios generados en las cadenas de valor por efectos de la pandemia. Norte de Santander viene avanzando lentamente en la industrialización de sus actividades económicas en los últimos 5 años, el comercio al por mayor y al por menor continúa siendo la de mayor participación con un 47%, aunque se han presentado avances importantes en la industria manufacturera en los últimos 5 años, tendencia que se vio afectada en el 2020, pero que viene recuperándose en el 2021, llegando al 14% de participación en lo que va corrido del año, continúan en importancia alojamientos y servicios de comida y construcción. Nuestro departamento, en esta nueva dinámica global, ha asumido el liderazgo en el régimen de Zonas Económicas Especiales (ZESE) en el país, con más de 1.350 empresas, 55% en el comercio al por mayor y al por menor, 21% de la industria manufacturera, 8% del sector salud, 5% del sector agropecuario y 4% del sector salud, facilitando la reducción de costos que les han permitido ser más competitivos. Por tanto, el régimen ZESE se ha convertido en un mecanismo efectivo para la creación de nuevas empresas y generación de empleo formal en la región, una ventaja competitiva que podríamos aprovechar en mayor forma para facilitar la atracción de inversión al departamento, si queremos desarrollar transformaciones estructurales en nuestro tejido empresarial. En la actualidad, en Norte de Santander, desde la Cámara de Comercio de Cúcuta, se está fortaleciendo los clústeres como modelo de asociatividad en los sectores estratégicos, moda (calzado y confección), café, cacao, construcción y turismo. Ahora se está estructurando palma, hortofrutícola y minero energético, generando un espacio abierto de articulación entre las empresas, el Estado y la academia, que les permite, además, pensar estratégicamente, con proyectos que les generan valor a los encadenamientos productivos y les facilitan identificar proyectos transversales e intersectoriales que impacten la competitividad a nivel regional. Nuestros empresarios, comerciantes y emprendedores siguen trabajando de forma decidida en la reactivación económica de la región. A la fecha, en el 2021, tenemos la creación de más de 6.700 empresas y 35.000 renovaciones, lo que muestra señales de reactivación en la dinámica empresarial, pero que requiere el esfuerzo del sector público y privado para generar las condiciones necesarias que les permitan crecer y adaptarse en este gran reinicio que nos ha impuesto la pandemia. El 2020 ha sido para nuestra región, como para todo el planeta, un momento de ruptura, exigiendo cambios estructurales en las políticas económicas y nuevos modelos de negocios con enfoque colectivo. Teniendo en cuenta que las cadenas de valor globales entraron en declive, es importante desarrollar estrategias de articulación de las empresas locales con los encadenamientos productivos regionales que lograron sobrevivir, crecer y fortalecerse en el túnel pandémico, para facilitar el crecimiento empresarial alrededor de sectores productivos prósperos que cuenten con el músculo financiero necesario e impulsen la creación de emprendimientos prósperos y acordes a las exigencias de esta nueva dinámica global.